La Dra. Danivia Calderón nos explica y descubre lo que significa el tren interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Construido por el porfirismo en su fiebre modernizadora a fínales del siglo XIX, como parte de un sistema ferroviario de miles de kilómetros. Y paradoja de la historia, esta red fue utilizada por los ejércitos revolucionarios para derrocar a la dictadura y al espurio General Huerta.
Al triunfo de la Revolución, los gobiernos posrevolucionarios abandonaron los trenes y prefirieron a los automóviles y las carreteras… y un sigo después, ya en el siglo XXI un gobierno de izquierda revive el proyecto. Y no solo rehabilita las vías, las máquinas y las moderniza para la carga de materiales y mercaderías sino que revive el tren de pasajeros.
Lo cual implicó rescatar las estaciones para devolverles su belleza y convertirlas en un patrimonio tangible para pueblo o comunidad. Se intervinieron 17 estaciones, se recuperaron edificios y se revalorizó su arquitectura; se devolvió a las comunidades su memoria y resignificó su identidad, el tren de pasajeros logró cohesionar a las comunidades; los habitantes del Istmo son sociedades ferrocarrileras que unen dos océanos y dividen dos mundos…